
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el jueves 10 de abril el traslado de «muchas tropas» a Panamá. Afirmó que su gobierno ha «ocupado algunas zonas que ya no teníamos, pero ahora sí». El anuncio se realizó en la Casa Blanca, acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien regresó de una visita oficial al país centroamericano.
Acuerdo de seguridad y reacciones panameñas
Durante la visita de Hegseth, se firmó un memorando de seguridad entre ambos países. El acuerdo permite a las fuerzas estadounidenses realizar entrenamientos y actividades militares en áreas controladas por Panamá, sin establecer bases permanentes.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, negó que el acuerdo implique la cesión de soberanía. Aseguró que no se permitirá la presencia militar permanente ni la cesión de territorio.
Tensiones por el control del Canal
Hegseth declaró que Estados Unidos está «recuperando el control sobre el Canal». Criticó la influencia china en la vía interoceánica, que representa aproximadamente el 5% del comercio mundial.
La administración Trump ha expresado su intención de retomar el control del Canal de Panamá, transferido al gobierno panameño en 1999. El Congreso estadounidense, dominado por republicanos desde 2025, ha discutido proyectos para adquirir el Canal. Estas acciones han sido rechazadas por Panamá y la comunidad internacional, que defienden la soberanía panameña sobre la vía.
La creciente presencia militar estadounidense en Panamá y las declaraciones de Trump han generado preocupación sobre una posible intervención disfrazada. Analistas señalan que estas acciones podrían tener repercusiones geopolíticas en la región.