El Senado de la Nación debate los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, candidatos propuestos por el presidente Javier Milei para integrar la Corte Suprema de Justicia. El oficialismo enfrenta dificultades para garantizar el quórum necesario, ya que tanto senadores kirchneristas como de sectores dialoguistas han manifestado su rechazo a las nominaciones.
Resistencia en el Senado complica las nominaciones
El bloque de Unión por la Patria, liderado por José Mayans, expresó su oposición a las designaciones por decreto de Lijo y García-Mansilla. En noviembre de 2024, Mayans entregó una nota al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, firmada por los 33 senadores del bloque, advirtiendo que rechazarán cualquier nombramiento que no siga el procedimiento constitucional.
Por su parte, la oposición dialoguista, integrada por la UCR, Pro y otras fuerzas, también mostró reticencias. Estos sectores buscan claridad sobre posibles negociaciones entre el Gobierno y el kirchnerismo antes de definir su postura respecto a los candidatos. La posibilidad de un acuerdo entre Milei y Cristina Kirchner generó malestar en estos bloques, que decidieron frenar el avance de los pliegos hasta tener un panorama más claro.
Ariel Lijo, juez federal con múltiples denuncias en su contra, y Manuel García-Mansilla, académico de perfil conservador, fueron nombrados por decreto en febrero de 2025 por el presidente Milei, eludiendo el proceso legislativo debido a la falta de consenso en el Senado. Estos nombramientos en comisión tendrían una duración de un año, hasta el inicio del nuevo período legislativo.
La Corte Suprema reaccionó bloqueando la designación de Lijo, rechazando su licencia y solicitando su renuncia al cargo de juez federal como condición para asumir en el máximo tribunal. Esta decisión representó un revés significativo para el presidente Milei y complicó aún más el escenario político en torno a las nominaciones.