
Por Pedro Forets Martin
El pasado sábado, Fluminense venció al Xeneize con goles de Cano y Kennedy en el Maracaná.
Boca con el gol de Advíncula puso la paridad por 1-1 parcial, pero en el tiempo extra, el 9 del flu metió una media volea en la puerta del área que sentenció la final para el equipo de Rio de Janeiro.
El Fluminense ganó su primera libertadores, pero no fue su primer intento. En el 2008 también llegó a la final pero la perdió por penales frente a Liga de Quito, que en ese momento era dirigida por el argentino Bauza.
Boca tras una copa libertadores épica en los penales, llegaba a la cita que todo equipo sudamericano quiere llegar, la final del certamen más importante del continente.
El equipo de Almirón formó con un 4-4-2 que se conformaba de la siguiente manera: Romero
Advincula Figal Valentini Fabbra
Medina Fernández Fernández Barco
Merentiel y Cavani.
Boca logró en el primer tiempo neutralizar, el siempre difícil ataque del Fluminense. En los primeros 30 el Xeneize fue quien tuvo las más situaciones más claras con los contrataques en velocidad conducidos por Equi Fernández y Miguel Merentiel.
El quiebre del marcador se dió a los 36 minutos con gol Germán Cano.
El segundo tiempo, Boca buscó con mayor profundidad y encontró un golazo de Advíncula de otro partido. Gracias a ese gol el partido en los 90 terminó en igualdad 1-1 y se extendió a los 30 del alargue.
El alargue nubló los deseos del equipo de la Ribera. El colombiano Frank Fabra fue expulsado al finalizar el primer tiempo agregado, por darle una cachetada a un rival, lo que impidió al equipo argentino jugar con superioridad numérica en el tramo final del partido. Luego llegaría el gol de Kennedy capitalizando el 2-1 que fue el resultado final.
Boca tuvo todo para ganar la final, pero el poco recambio no permitió que continúe competitivo en los últimos minutos y por eso se le escapó la tan ansiada séptima Copa Libertadores.