
Las favelas de Río de Janeiro enfrentan temperaturas extremas que superan los 60 grados centígrados de sensación térmica, exacerbadas por la crisis climática y condiciones urbanas específicas.
Factores que contribuyen al calor extremo en las favelas
La estructura y ubicación de las favelas intensifican el calor. Viviendas con techos de zinc y calles estrechas retienen más calor. La falta de áreas verdes y la alta densidad poblacional crean «islas de calor». Además, la proximidad a autopistas y la escasa ventilación agravan la situación.
La crisis climática y el fenómeno de El Niño han intensificado las olas de calor en Brasil, afectando especialmente a las comunidades más vulnerables. En marzo de 2024, Río de Janeiro registró una sensación térmica récord de 60,1°C en Guaratiba, según el Sistema Alerta Río.
Impacto en la vida cotidiana y medidas adoptadas
Estas temperaturas extremas afectan la salud y calidad de vida de los residentes. En noviembre de 2023, la favela de Rocinha sufrió cortes de electricidad durante una ola de calor, dejando a los habitantes sin ventilación ni refrigeración.
Organizaciones locales han implementado iniciativas como techos verdes para mitigar el calor. Sin embargo, se requiere un compromiso más amplio de las autoridades para adaptar estas comunidades al cambio climático y reducir las desigualdades socioeconómicas.