
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) anunció un paro nacional de 36 horas para el 9 y 10 de abril. La medida responde a la posible no renovación de 50.000 contratos en la administración pública nacional que vencen el 31 de marzo. El sindicato también rechaza el congelamiento de las paritarias y una disposición gubernamental que aumentaría los sueldos de los funcionarios que concreten despidos en sus áreas.
Movilización y reclamos de ATE
El 27 de marzo, ATE realizó un paro de 24 horas con movilización al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, liderado por Federico Sturzenegger. El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, denunció la amenaza de cesantías masivas y criticó la política de ajuste del Gobierno. Aguiar afirmó que «el único lenguaje que entiende esta gente es la fuerza» y llamó a incrementar la conflictividad para evitar que «dejen en la Argentina solo tierra arrasada».
La medida de fuerza de abril coincidirá con el paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para el 10 de abril. ATE exige la renovación automática y anual de todos los contratos que vencen el 31 de marzo, según lo establecido en la Resolución 26/24 del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado.
Críticas a otras entidades sindicales
Aguiar también cuestionó a la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), acusándola de complicidad en el recorte salarial. Señaló que «basta de bancar a empresarios disfrazados de gremialistas en el Estado», en referencia a Andrés Rodríguez, secretario general de UPCN.
ATE convocó a profundizar la campaña de afiliación en todos los sectores y anunció un encuentro nacional de estatales, aún sin fecha ni lugar definidos. Además, llamó a participar activamente del congreso nacional de la CTA Autónoma, programado para el 28 de abril.